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ediciones que dan la pauta a quienes van tras la letra impresa,
o digital. 38 meses de sangrar la página electrónica,
con versos y párrafos de amena diversidad.
La
esperanza muere al último, y esta esperanza de continuar
el repertorio literario encauza los ánimos. Deseos y
más deseos, lo que cuenta es el entusiasmo por producir
y retrabajar los textos.
En
la brega cotidiana, el mejor escaparate es el propio: A través
del impulso personal se escribe y se destaja el perpetuo devenir
de las cosas, el azaroso porvenir de los poetas.
Sea,
pues, esta puerta anchurosa la que nunca se cierre, y sigan
dándose a conocer los pormenores de los yo, los tú...