Calkiní, 17 de febrero de 2005
 
El porqué de un personaje
Carretero historiador y crítico

Por Baltazar Pinto Ávila

 

En la Hemeroteca Municipal “CEPEDA PERAZA” de la ciudad de Mérida, Yuc., se puede localizar un ejemplar de la publicación “REVISTA DE REVISTAS” de fecha 19 de Agosto de 1923 y en sus páginas 12 y 13, ilustrado con 9 fotografías, existe un Reportaje, en español, con el título de “EL CARRETERO FILÓSOFO, HISTORIADOR Y CRÍTICO” escrito por el Investigador de una Facultad de Altos Estudios de los EE.UU. y además Periodista RUDOLF SCHULLER y que se relaciona con su encuentro casual con el personaje a quien se refiere y que a la letra dice:

Carretero calkiniense. Foto: Santiago Canto Sosa.
 

“EL CARRETERO FILÓSOFO, HISTORIADOR Y CRÍTICO”.-

“Terminados mis trabajos científicos entre los mayas mazehuales de Icauché, ranchería situada no muy lejos de la línea divisoria de la Colonia Inglesa de Honduras y que en tiempos pasados era el centro más populoso de una soberana República India, bajo el mando del caudillo indio TAMAY, resolví regresar al litoral de Campeche, por los CHENES.- Acompañado de indios mayas, continué mi viaje hasta Chichanhá y la Caoba (1); punto desde donde seguí, en compañía de chicleros de la Colonia Inglesa, hasta X-Kanhá, atravesando el inmenso despoblado que abraza toda la selva virgen que se extiende entre aquel último lugar y “Los Placeres” (2) Icaichá.- De X-kanhá pasé a Dzitbalchén (3), en cuyas cercanías se encuentran las hermosas –pero totalmente abandonadas– Ruinas de HO_CH’O, (4 y 5); testimonios mudos y sin embargo tan elocuentes, del alto grado de cultura que aquellos indios habían alcanzado y cuya historia, seguramente, constituye una de las páginas más bellas de la Historia de la Civilización de esta tierra”.-

“Antes de partir de X-kanhá, las Autoridades Indias me obsequiaron con un delicioso “PIP” (sic), asado o preparado al “estilo de los antiguos”, en un hoyo (estufa) sobre piedras calentadas y cubiertas con ramas y hojas (6).- A media noche llegué a Dzitbalchén, uno de los más importantes centros chicleros del Partido de Bolonchenticul.- Casi al centro de la inmensa Plaza Principal de ese simpático pueblo, del cual guardo gratísimos recuerdos, está el legendario pozo (7) (Dzib: pintar, escribir y Chen: pozo, en maya), en torno de cuyo origen gira una serie de leyendas; varias de éstas, indiscutiblemente, de proveniencia india; pero hoy adulteradas por la siempre fecunda imaginación popular y mezclada con elementos exóticos, la que, naturalmente, dificulta la labor del investigador”.-

“Como estábamos en el mes de abril, tiempo en que florece un palo llamado, en lengua maya, “Haabín” (leguminosa), a cuya flor se atribuyen, con o sin razón, no sabría decirlo, los inmensos enjambres de grandes tábanos, que de día infestan los caminos, constituyendo así hasta un serio peligro para las bestias, tuve que continuar mi viaje de noche.- Me aproveché entonces de uno de aquellos grandes carros, que sin carga, regresan al Camino Real, la vía férrea Campeche-Mérida, desde donde suelen traer provisiones, mercadería, etc., para los Contratistas Chicleros de Dzitbalchén y de otros lugares de aquella importante zona industrial.- Me tocó hacer aquel memorable trayecto nocturno sobre el carro de Don Miguel Pinto (8).-

“Ahora “SPIESSBRURGUER” aquende y allende el anchuroso Océano.- ¡QUITAOS EL SOMBRERO!... Voy a hablar de DON MIGUEL PINTO (9), la Perla de todos los carreteros mexicanos; la Gloria de Pomuch, Campeche”.- “A las 8 de la noche, salimos de Dzitbalchén.- Cinco mulas, no de las más mensas, delante del carro, a medio galope por un camino, si es que tal nombre merece esa senda tortuosa sobre pedregales; cuesta arriba y cuesta abajo, por entre medio de sabanas y casi inextrincables chaparrales y envueltos en una profunda obscuridad.- Derrepente, mi áuriga interrumpe el silencio abrumador, citando: “En medio del camino de la vida errante, me encontré con una senda obscura, ¡Ay!, decir lo que era esa selva salvaje, áspera y fuerte; que en la mente remueva la pavura.- “No me gusta esa versión hecha por Don Bartolomé Mitre, el General Argentino”, observó.- Y enseguida agregó: A Dante, lo mismo que Shakespeare, o a Goethe, hay que leerlo en lengua vernácula”; me habló de la “Gerusaleme Liberata”; de Torcuato Tasso; de Homero y de Virgilio, recitándome finalmente, un trozo, hasta en latín, de la “Conjuratio Catalinae” de Cicerón.- Después de Schiller, Goethe, Cervantes y Milton, pasamos a la historia de los Grandes Reformadores y a las obras de los Grandes Pensadores; aquellos hombres que han tenido más influencia sobre su época; esa clase privilegiada de seres mortales que supieron imprimir el sello de su genio y de su personalidad a la sociedad en que vivían.- “Confucio de Oriente y Kant, el Confucio de Occidente”, exclamó mi carretero.- Me recapituló además, naturalmente que a su manera, casi toda la Historia Universal, desde los comienzos del Imperio Celeste, hasta Juan Sin Tierra”, aquel sabio Rey que a los ingleses diera la célebre “CHARTA MAGNA”, el fundamento capital del Imperio Británico, según aquel que en vida fue Lord Salísbury.- A los judíos los considera como un elemento “extraño”; lo mismo que a los gitanos y hasta peligrosos y “disolventes”, por doquiera qUe estén.- Tampoco acepta, incondicionalmente, la tradición bíblica: Eso de “pueblo selecto, escogido” y del “Éxodo bajo la protectora Columna de Fuego”, etc., del país de los faraones son, para él.

Según el crítico de Pomuch, que parece conocer profundamente la psicología de los judíos, la salida de ellos del Egipto, significaba más bien un alivio; un cierto desahogo material y moral para los súbditos de los faraones.”

“¡Con qué entusiasmo sincero me habló de la alta costura de los AZTECAS y de los MAYAS!.- Pero no quiso hacer concesiones de ninguna especie, por lo que respecta a los sacrificios humanos, que apostrofó de “bárbaros”.-

“Y, glosando a un autor inglés, dijo: “Eran unos bárbaros que se habían apoderado de unos cuantos elementos culturales”.-

“Don Miguel cree también en el baile que hasta el presente los indios mayas de Campeche y de Yucatán, en sus periódicas fiestas, suelen ejecutar alrededor de unas cabezas de puercos, son nada más que supervivencias del pasado gentílico, cuando los antiguos indios, apasionadísimos cazadores de cabezas humanas, solían bailar las cabezas de los enemigos muertos y de los prisioneros sacrificados a los dioses.- Esa costumbre que, a no dudar, estaba profundamente arraigada en los tiempos precortesianos, tanto entre los mayas, como entre los indios mexicanos, más tarde fue modificada por los misioneros católicos, substituyendo la cabeza humana, por la de un animal, como puerco y otros”.-

“Don Miguel es muy aficionado también, a la música clásica.- Conoce muy bien las biografías y las obras de los Grandes Maestros como Mossart, Beentoven, Meyerbeer, Verdí y Wagner.- El Tanhauser de este último es, para Don Miguel, lo que para los críticos de Mossart era Don Giovanni.- Serán muy pocos los literatos mexicanos que conozcan mejor y definan con más acierto, que mi “Carretero”, los motivos de la famosa “Trilogía”.- ¡Qué estupendo es ese presagio de Erda!, exclamó el humilde semi-indio de Pomuch.-“.

Rafael y Michelángelo son, para él, genios que pudieron haberse desarrollado sólo bajo la benévola influencia de la Iglesia de Roma.-

Y, ¡con qué desdén habló del expresionismo y de otras “aberraciones mentales”, antiestéticas”! ¡Bolshevismo en el Arte!, dijo sumariamente.-

“Tocamos, también, cuestiones de la moderna política social; pero no recuerdo el epíteto que empleó el pomuchano, para apostrofarla; pues en ese momento llegamos a la entrada de Hopelchén, donde me despedí de ese singular hombre, cuyos conocimientos generales, de cierto, harían honor a cuantos preparatorianos a medio día, trajinan por la Avenida Francisco I. Madero”.- Signa el Reportaje: RUDOLF SCHULLER.-

A lo anterior se debe a que al Sr. Miguel Pinto Sosa se le conociera, desde entonces, en la región de los Chenes; en el Camino Real y en la propia Capital del Estado de Campeche, como “EL CARRETERO FILÓSOFO”.-

La gente de su época recuerda que, inspirado en los lineamientos de un constructivo socialismo, juntamente con el joven Maestro Rural, que fuera Fernando Enrique Angli Lara y de un honrado y natural Líder Agrario, que fuera Albino Collí y con el apoyo y dirección de otro auténtico Líder Peninsular y Nacional, que fuera Felipe Carrillo Puerto, fundaron en el pueblo de Nunkiní, Calk., Cam., en los años 1916-17, la Primera Liga Socialista de Resistencia en el Estado de Campeche, que fue, posteriormente Base y Pilar del Partido Socialista Agrario del Sureste, que transformó la vida política del Estado de Campeche; rompiendo viejos moldes sociales y económicos de entonces.-

Posteriormente, en el período revolucionario del Presidente Don Lázaro Cárdenas y bajo la acción creadora del Gral. Francisco J. Mújica, Don Miguel Pinto Sosa, cedió sus legítimos derechos de propiedad, que heredara de sus padres y, juntamente con su vieja gente, oriundos de Nunkiní; de Cumpich y de los Chenes, se fundó el Pueblo Ejidal de ICH-EK, cuya tierra se abrió generosamente –como dijera el Presidente del Comisariado Ejeidal– “cavada con las callosas manos de sus amigos agraristas”, para recibir el cuerpo de Don Miguel Pinto Sosa, el “Viejo Agrarista”, como cariñosamente le llamaban.- Esto sucedió el 21 de Enero de 1980, ya que falleció el domingo 20, a la edad de 95 años.

En los momentos de la velación, humildes y pesarosas mujeres campesinas, fueron depositando sobre su ataúd, sencillos ramos de flores silvestres; Comisiones de Alumnos de la Escuela Rural, encabezados por sus maestros, desfilaron ante su humilde ataúd, para despedir a su viejo amigo, que compartía con ellos, en forma de dulces y frutas, la modesta Pensión que le dejara, por Decreto, el Gobierno de entonces, el Coronel José Ortiz Ávila, por ser Fundador del Partido Socialista.-

Humildes campesinos apesadumbrados, durante el cortejo, iban tarareando la música del Himno Agrarista y la letra de “Sol Redondo y Colorado” y de “Bandera Roja”, himnos que entonaban en la Escuela Rural de la época de la Escuela Socialista, honrosamente recordada por viejos campesinos y obreros de aquellos tiempos.-

Si es cierto que el pedazo de tierra de ICH-EK recogió, amorosamente, el cuerpo del viejo agrarista, también es seguro que su amplio criterio socialista, seguirá flotando en la atmósfera de nuestra nebulosa época y que ojalá iluminen la mente y acción de los conductores de los destinos de la humanidad.-

1980.-


Este reportaje lo publicaron los Diarios: “Novedades de Campeche” (19 y 20 de febrero de 1980) y “Tribuna”, Sección Yucatán (7, 8 y 9 de abril de 1980).

Nota: Los 9 números que aparecen entre ( ) en el relato de Schuller, corresponden a las fotos que ilustran el Escrito de Revista de Revistas del 19 de Agosto de 1923.-

 
Foto: Santiago Canto Sosa