Hablar
del profesor Nelo, es ocuparme de todo un personaje, que
destacó en distintos aspectos de la vida. Como
profesionista fue fundador de academias comerciales; como
deportista, en la práctica de básquetbol
y sóftbol; como impulsor del desarrollo turístico,
de un terreno agreste hizo surgir el balneario “San
Vicente Chuc-say”, que se encuentra a un kilómetro
de esta ciudad.
En
su larga vida de triunfos profesionales tuvo el apoyo
de su esposa Rosa María May y de sus 10 hijos.
Los
que tuvimos la fortuna de tratarlo, conocimos su don de
gente con todas las personas, sin importarle condiciones
sociales.
Nació
en la entonces villa de Dzitbalché, el 4 de abril
de 1919, siendo sus padres Tárcilo Pech Castillo
y Serafina Tún Zí.
Realizó
sus estudios de educación primaria en la escuela
“Ángel Castillo Lanz”.
Con
deseos de mejorar, viajó a la ciudad de Campeche,
donde trabajó en huertos y en la construcción
del Ferrocarril del Sureste.
En
1931, emigró a Mérida, en donde ingresó
a la Escuela Internacional de Comercio que dirigía
don Crescencio Andrade, terminando en 1937 la carrera
de Secretario Taquígrafo, y en 1938 la de Contador
Privado.
En
1939, trabajó como Corresponsal Taquígrafo
en Productos de Henequén S. de R. L., algo así
como CORDEMEX, que controlaba todas las cordelerías.
Durante
varios años de su juventud practicó el sóftbol
en Dzitbalché, obteniendo trofeos en campeonatos.
También jugó básquetbol.
En
1940, laboró como Oficial Mecanógrafo en
Henequeneros de Yucatán, sección Agrícola.
De
1941 a 1946, ocupó el cargo de Contador General
en la Cordelería Sisal S.A.
El
25 de junio de 1942, se casó con la Srta. Rosa
María May y Godoy, con la cual procrearía
diez hijos.
A
fines de 1946, fundó la Escuela Comercial “Chichén–Itzá,
ocupando el puesto de director y maestro. Esta escuela
contaba con servicios de internado, carreras comerciales
de contador privado, secretarios comerciales, taquígrafos,
mecanógrafos, auditores, modistos y clases de automovilismo;
de ella egresaron alumnos que se destacarían más
tarde en la Banca y en el Comercio de distintas empresas
del país.
Para
apoyar su academia, editó el libro “Manual
de Ortografía” y “Nociones Gramaticales
(tres ediciones). En el mismo año puso en marcha
su propio despacho contable.
Impartió
clases de alfabetización de la lengua maya y el
idioma español a la gente humilde de Dzitbalché,
los fines de semana, ya que tenía un gran cariño
a su tierra natal.
En
1951, ocupó el cargo de Auditor de la Tesorería
Municipal de Mérida, Yucatán. En
1953, el Ayuntamiento de ese lugar le otorgó un
reconocimiento por su trabajo.
En
1958 recibió un diplomado de la Asociación
de Contadores de Yucatán por haber sido precursor
de la Constitución de esa asociación y su
primer tesorero.
Además
de Contador, estudió la carrera de funcionario
en la Escuela Bancaria y Comercial de México, D.F.;
Auditor, Contador Industrial, y Curso de Inglés,
por correspondencia, en National Schools Los Ángeles,
California.
Con
el propósito de regresar a su lugar de origen,
compró en 1966, al Sr. Froilán Ortiz, la
finca rústica “San Vicente Chuc-say”,
comenzando con la crianza de animales porcinos, avícolas,
ovinos, y apiarios. Seguidamente, fomentó viveros
de árboles frutales, rosas y hortalizas.
Dadas
las circunstancias, que por ese lugar y época la
gente no tenía alternativas de distracción
familiar, nació la idea de las piscinas al aire
libre y subterráneas. De esta manera, lo convirtió
en centro turístico, reconociendo como patrón
del balneario a San Vicente Ferrer.
En
1987, asesoró la apertura de la Academia Comercial
“Adorálida Patrón”, de Dzitbalché,
donde organizó todas las carreras comerciales.
Fue el director de la Academia, inaugurada el día
7 de septiembre del mismo año.
Falleció
de cáncer el 19 de junio de 1989, después
de una larga dolencia.
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