El
sábado 12 de octubre de ese año, nos encontramos
viajando en el autobús de nueve de la mañana,
ruta Calkiní-Mérida. En el trayecto hacia
“la tierra del faisán y del venado”,
acordamos vernos en Bécal en la semana siguiente,
para que me entregara el casete grabado.
En
esos años, quien esto escribe laboraba en Ciudad
del Carmen, en la escuela primaria “Ricardo Monges”,
turno vespertino, y tenía como compañero de
trabajo a Jorge Espadas Millán. Como no había
tenido tiempo de platicar con éste en dicho lugar,
durante la semana, en mi regreso a Calkiní me dirigí
a Bécal, donde Jorge tiene fijada su residencia,
para preguntar la ubicación exacta del domicilio
de Uc Canul.
Jorge,
con tono triste, aclaró que Josué había
fallecido en la madrugada del domingo. Sin reflexionar,
sólo exclamé: ¡Chispas, mi “caset”!