Artículo 2°: Los Directores
de dicha escuela harán conocer a sus alumnos el
hecho filantrópico del señor Reyes, enseñándoles
a guardar su memoria con respeto y gratitud.
En 1896, Galdino Rivero Novelo, Presidente
Municipal, solicita al gobierno del Estado la cesión
del edificio de la Guardia Nacional, para reconstruirlo
y alojar ahí las Escuelas Mateo Reyes y Joaquín
Baranda, lo cual se logra años después.
Mateo Reyes Dorantes nació alrededor
de 1780. Fueron sus padres Manuel Antonio Reyes y Petrona
Dorantes.
El 19 de julio de 1802 contrajo nupcias
con María Jesús Noceda Loeza.
En los años de 1825 y 1826, el
pueblo lo honra con el cargo de Presidente Municipal.
Como funcionario público se preocupó por
combatir la epidemia de viruela en 1826.
Después de más de tres décadas
de matrimonio queda viudo, el 15 de junio de 1840.
El lunes 27 de septiembre de 1841 se desposa
con María del Carmen García Pérez.
En 1850 dona de su peculio $600.00 para
comprar maíz y distribuirlo entre la gente pobre,
pues había hambruna porque se perdieron las cosechas.
Mateo Reyes Dorantes fue dueño
de las haciendas de campo Sisibaché, San Mateo
Yacalcab, San Miguel Chunchucmil y el abrevadero Popolá,
en lo que es ahora Maxcanú, Yuc., con 5,000 cabezas
de ganado, todo lo cual vendió en 1842 en $43,484.00.
Actualmente, la escuela se yergue airosa
en el corazón de la Atenas del Camino Real.
El nombre de Mateo Reyes Dorantes es faro
y luz, guía y estrella de las futuras generaciones
de Calkiní y su nombre vivirá por los siglos
en el friso de los hijos inmortales de estas tierras de
Ah-Canul.