Calkiní, 18 de octubre de 2023
 

U noj k’iinil pixano’ob

 

LOS DIAS PREVIOS

El janal pixan, el día de muertos o los santos finados, cualquier asignación que se le denomine a estos días, no importa, se refiere a lo mismo; dentro de la sociedad intercultural por decirlo de alguna manera, tiene más connotación nombrar este evento como el primero, el janal pixan; no obstante a cómo nombrarlo, hay que ser muy enfático en esto, dejar en claro que no es un ritual ni una ceremonia, es una convivencia familiar entre los que vivimos este mundo terrenal y aquellos que viven en el otro espacio.

Los días previos (ocho días antes) comienza con la limpieza de la casa, por dentro y fuera, blanquear con cal las albarradas frente a la casa, las pocas que quedan desde luego, ir al cementerio a hacer lo mismo, blanquear y pintar las bóvedas mortuorias. Se cuida que todos los quehaceres se hayan realizado, no debe haber ropa sucia en el lavadero. Aspecto que se ha ido perdiendo y se va convirtiendo como un día cualquiera.

 
 

LOS DÍAS

En nuestra región se celebran en tres días consecutivos.

El primer día, 31 de octubre se esperan a las ánimas de los niños, el altar dentro de la casa se prepara según este día con velas de colores, el tradicional pito de barro que se hace en el poblado de Tepakán, pueblo alfarero de nuestro estado.

En esta ocasión, desde la entrada hasta la mesa de ofrendas dentro de la casa, se esparcen en el suelo los pétalos de la flor del xpujuk.

Se acostumbra que desde la mañana se prepara la mesa, se ponen jícaras con agua, con el chocolate y el agua blanca (agua con masa), se encienden dos veladores y se les llama por sus nombres, después de aproximadamente una hora se apagan las veladoras. Se prepara la mesa para el almuerzo pasado el mediodía, se cambia el agua, el chocolate y el agua blanca, se pone la comida y entonces prenden las velas sin la necesidad ya de nombrarlos porque ya se hizo por la mañana. Pasado la hora, se apagan las velas y se dejan la veladoras.

El segundo día, 1 de noviembre, desde muy temprano 6 de la mañana, se les da de desayunar a las animas chicas, se prenden las velas de la noche anterior (la misa que le dicen), después de una hora se levanta todo lo relacionado a los niños. Posteriormente, ahora sí, se prepara la mesa para las ánimas de los adultos, se cambia el mantel y se procede de manera igual que el día anterior, sólo que ahora las velas son blancas. En este día ya no se esparcen los pétalos de la flor sino hojas de naranja agria.

El tercer día, 2 de noviembre, se dice que es para todos los difuntos. Desde temprano de igual manera se hace la misa. Después de esto se levanta todo y es cuando se llevan las velas que no se consumieron y las flores al cementerio.

Para los antiguos pueblos rurales, las ánimas se despedían a los ocho días, que es conocido como el biix, ya oscureciendo se tocaban las campanas de la capilla del pueblo y todo el pueblo alumbraban las calles con velas hasta que se consumieran toda la noche. Sólo que ahora han impuesto que es el día 30 de noviembre cuando se despiden. Yo creo más, particularmente en lo que los abuelos del pueblo nos cuentan.

 

LA MESA

Se cubre con mantel nuevo, colorido para los niños y blanco para los adultos, se pone albahaca y ruda, en las patas de la mesa se amarraban las flores, el muul y el xpujuk, flores silvestres de la región; con esta última se acostumbraba a tejer la cruz, pero si ya había una de madera, se hacía una cadena y se le colgaba.

LAS VELAS

Las velas blancas y de colores, según el día, no se ponían sobre la mesa, había una banca hecha de madera de chakaj o piich al frente, exclusivamente. Por cada ánima que se espera es una vela encendida.

Las velas deben consumirse por completo, todas, en dado caso que no, se tendrán que prender todos los cabos en el último día en el cementerio. En la albarrada de la entrada se prenderá una vela para iluminar el camino desde la primera noche.

Los ancianos decían que cuidado con guardar un cabo de vela, porque puede convertirse en hueso. (De los relatos; aquél que no creía en las ánimas y la costurera que no dejaba de trabajar).

En algunos lugares se acostumbraba también una vela extra y agua a un lado de la mesa grande, se dice que es para las ánimas solitarias, que no tienen quien los espere (los múulka’ pixano’ob) para algunos es bueno para otros no, aquí hay cierta disyuntiva. Porque puede venir alguna ánima no deseada.

Se dice que hace muchos años alguien escuchó a las ánimas platicar, una de ellas decía:
–Ki’imak a wóole’ex tumen te’exe’ yaan máax páa’tke’ex, to’one’ mix máak -ku yáalik bin.
-Kone’ex túun tpaach -Ku nukta’ ti’ bin.
 (-Qué bueno que a ustedes tienen quien les espere, nosotros, no tenemos a nadie -decía una.
-Entonces, vengan, vengan con nosotros -le constestaron.)

 
 

COMIDA

Se pone caldo de gallina k’abax, el pibipollo, los dulces de calabaza, de ciruela, de nance, de camote, el pibil nal, yuca; sumados las bebidas ya mencionadas con anterioridad. Esto era lo básico, ahora la gente le ha ido agregando muchas cosas más, más dulces, más frutas y pan, aunque esto no interfiere a la tradición de la espera.

Eran días de rezos (aspecto que ya desapareció).

EL TIEMPO

Un día para ellos, equivale aproximadamente a un año de nuestro tiempo. Así que su visita no es tan fugaz como parece.

Ellos son viajeros ya que llegan de visita, si se les da comida y espacio, también deben atenderse en los otros menesteres, se acostumbraba que hasta la batea se tuviera limpia con agua y jabón, para que se puedan lavar.

SINCRETISMO

Algunos críticos aseguran que el janal pixan, ya es un sincretismo, porque, aunque haya cambiado en muchos aspectos, es más por agregar que por erradicar una raíz; como el caso de los espejos, que hace muchos años no existían tal como ahora, antes era tan pequeños que no habían colgados en las paredes y la pocas que habían se guardaban, ahora en algunos lugares se cubren por completo, pues según dicen, que ellos no deben ver su reflejo, que ellos saben que son como nosotros, y que si llegaran a verse, se darían cuenta lo que son y no regresarían a su casa.

CONTEMPORANEIDAD

A estas alturas en las nuevas generaciones hay cierta confusión, no estoy peleado con la tecnología, pero hay que orientar a los jóvenes sobre el uso internet para muchos temas, existe demasiada información folclorizada, de hecho, hasta ya hay una antropología turística, creo.

Hay que tener cuidado con esto porque se puede construir una ignorancia, una desinformación y una desmemorización.

Quiero terminar con lo siguiente, no soy un crítico implacable con lo que no me parece, pero hay que manifestarlo, el paseo de las ánimas, el desfile de las animas o como se le llame, creo esa palabra no tienen cabida en tal representación, las ánimas, como ya lo mencioné en párrafos anteriores, ellos se perciben como nosotros no con rostros cadavéricos. La gente puede hacer eso de pintarse la cara como quieran, pero no digan que representan a las ánimas, digan catrinas, calaveras o cualquier otra palabra. Menos ánimas.

Si quieren hacer alusión a nuestras leyendas, sólo hay que conocerlas bien.

Un último punto que dejé al final, es que, cuando se ponían albahacas y rudas, existía la creencia de que después de estos días, se mastrujaban y se bebía el agua o se lavaba la parte del cuerpo que tuviera algún dolor, pues se consideraban bendecidas.

Nuestras tradiciones son nuestra identidad cultural, conservemos lo nuestro.

 
 
 
Texto: Gumercindo Tun Ku / Fotos: Santiago Canto Sosa (2002 y 2003).