Inició su funcionamiento en la casa particular de un señor de apellido Balam, aprovechando que en este lugar existían unas bancas que servían los fines de semana para dar doctrina católica; allí se formó sólo un grupo.
Una persona ayudaba a la directora: la señora María Candelaria Cuevas Estrada, una madre de familia voluntaria que hacía la limpieza del lugar, sin percibir salario alguno.
En noviembre del mismo año, con la ayuda de padres de familia, se construyó en la plazoleta una casa de paja y los niños fueron trasladados ahí, trabajando con mobiliario adecuado que se conseguía con transferencia de otro jardín de niños.
A partir del 1º de marzo de 1981, viéndose la necesidad de incrementar un grupo más, se gestionó y se construyó inmediatamente junto a la casa de paja, y se abrió otro grupo que fue atendido por un incremento, la profesora Rebeca Huchín Tuz.
Al ser fundado el jardín de niños le pidieron a la directora que buscara un nombre y que enviara la sugerencia a la ciudad de México; ella mandó el nombre de Justo Sierra Méndez en honor al célebre campechano que luchó por la Educación, pero fue rechazado porque el jardín de Dzitbalché ya llevaba ese nombre.
Después se envió otra sugerencia denominada “Mi estancia feliz”, debido a las ideas del psicólogo Freud, pero se devolvió junto con el nombre oficial y la clave actual.
Al poco tiempo, Ana Rosa Pech May se cambió a oro jardín de esta localidad, llegando en su lugar la maestra Candelaria Pacheco Rosado.
El 10 de marzo de 1985, el jardín fue trasladado a su terreno y local propios por el C.A.P.F.C.E., con la ayuda del gobernador Eugenio Echeverría, y contando con el material y muebles adecuados para su funcionamiento.
En noviembre de 1986 se incorporó al jardín de niños la profesora Cecilia Castellanos Castellanos, ocupando el lugar de Imelda Chan Balán, ya que ésta había sido trasladada al jardín de niños “Lilia Reyes de López Hernández”.
|