Texto
copiado, literalmente, de la página 38 del
libro "Historia Gráfica de Calkiní",
de Manuel Herrera Pech.

Montejo
tomando en cuenta la reacción que el pueblo podría
tomar, por el entierro del jefe, aligeró con la ayuda del
intérprete los detalles para la entrega, en una fecha que
acordó con Nabatúm Canché Canul, a quien dejó
como jefe, con la aprobación de los altos jefes y los hechiceros.
NABATUM
CANCHE CANUL, sucesor de su hermano, el cual muriese en el combate,
juró lealtad al conquistador, Montejo a su vez ofreció
respetar las costumbres de los Mayas y partió para volver
a los dos años.
Libres
de la presencia de los conquistadores y de los caballos que causaban
horror, organizaron el entierro hasta la isla JAINA, un cortejo
fúnebre al que asistieron varios jefes y gentes de otros
lugares.
En
ninguno de los archivos encontré la fórmula que hubieran
utilizado para la conservación de los cadáveres dadas
las circunstancias, para llevar el cadáver a la isla, que
antes se contaba dentro de los dominios de los Canul, después
del entierro los jefes y hechiceros se dedicaron a la pacificación
total, en precaución de cualquier atentado.
(Manuel
Herrera Pech)
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