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Gentes
que abandonan el poblado de Nunkiní por los horrendos
crímenes y fundan la colonia Benito Juárez.
Dibujo de Renán
Suárez Cárdenas |
Texto
copiado, literalmente, de las páginas 63, 64 y
65 del libro "Historia Gráfica de Calkiní",
de Manuel Herrera Pech.

La antagónica existencia de dos razas en el
poblado de Nunkiní, ha impedido que un pueblo dotado de la
naturaleza, con unas magníficas tierras para la ganadería
en sus afueras y para la horticultura en sus adentros, el agua como
una bendición, es totalmente generosa, está a corta
distancia a flor de tierra.
En
ese poblado desgraciadamente, todavía existe el espíritu
sanguinario, de los primeros aztecas que llegaron a Nunkiní,
después de fundado por HA PAL CANUL, segundo hermano de los
nueve fundadores del cacicazgo CAL-KIN. Al llegar los aztecas, se
arrancharon en el sur de la población sin dar señales
de buena armonía; primera actitud, fué la construcción
de un cementerio, para no utilizar el de los Mayas.
A
través del tiempo, hubo cierto entendimiento sin desaparecer
la semilla del odio, que en cualquier momento recibía un
pequeño roció, germinaba con el terrible costo de
vidas.
Cuando
llegó al poblado de Nunkiní el Profr. Fernando Angli
Lara admirador de Carlos Marx, encontró dos bandos políticos
dirigidos uno por los Suárez y otro por los Pinto, que se
disputaban el derecho del mando autoritario.
La
existencia de dos partidos políticos, propiciaron al Profr.
Fernando Angli, la oportunidad de realizar sus sueños dorados;
o sea la introducción en el Estado de Campeche, del Partido
Socialista, que ya funcionaba en Yucatán, dicho partido nació
en Nunkiní, Municipio de Calkiní, asesorado por don
Felipe Carrillo, que quedó constituído en el año
de 1920, según una placa conmemorativa que existe en una
de las casas, del area de la plaza principal, al norte.
Los
Pinto aceptaron el Partido Socialista, los simpatizantes del partido
se distinguían con una cinta roja. El Partido liberal capitaneado
por los Suárez, se distinguía por un círculo
verde.
Cuando
todo parecía en calma, el árbol de la discordia lanzó
sus primeros frutos amargos sobre los bienes de los Suárez,
que quedaron semidestruídos al amanecer del día 21
de Septiembre de 1921, se dice; que en venganza el mismo día
por la noche, quemaron los bienes de los Pinto. La fecha del 21
de Septiembre es histórica por la llegada de un fuerte núcleo
de campesinos que abandonaron el norte de la población de
Nunkiní a quienes se les dió asilo en la colonia de
la hoy Benito Juárez, oficialmente, pero que los habitantes
de Calkiní, siguien llamando LA FATIMA.
Mi
intención no es hacer historia de Nunkiní, pero para
terminar este trabajo relacionado con el aumento de la población
de la ciudad de Calkiní, hago por este conducto, constar
que en el año de 1922, recibimos a otro grupo en su mayoría
gentes del centro y otra cantidad de gentes humildes, que huyeron
para no morir quemadas por las enormes lenguas de fuego que se pudieron
observar desde la altura de nuestro templo.
La
intervención enérgica del Gobierno, mantuvo una calma
ficticia sin que nadie descubriera que, sólo se estaba viviendo
un tiempo de espera para la erupción del más terrible
de los volcanes humanos, que segaron la vida de los señores:
Felipe Suárez Flores, Felipe Suárez Gamboa, Argimiro
Suárez Gamboa, Alonso Suárez Gamboa, Hernán
Reyes Ancona y Abelino Puga.
El
24 de junio de 1932 en que se cometieron los crímenes más
horrendos en el Estado de Campeche, conmovió a toda la Península.
(Manuel
Herrera Pech)
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