Tenemos
que reconocer que la fuerza de las palabras casi siempre nos convencen.
Se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras; pero...
para los que apenas podemos ver, una palabra vale más que
mil imágenes.
A
veces, siempre a veces, oscurecemos nuestras ideas y no podemos
ver más allá de nuestros ojos. Y es que tenemos
escritores en todos lados como para no verlos.
Acá,
en Calkiní, más de una veintena de poetas y narradores
exhiben sus palabras. De hechos no hablamos, porque los hechos
hablan por sí mismos.
En
este ejemplar, de marzo, nos acompañan Julio César
Pech Salazar, un maestro de Dzitbalché; los ganadores de
los concursos literarios de noviembre de 2008, en la ciudad de
Calkiní; y nuestros colaboradores permanentes: Víctor
Corcoba Herrero, Ramiro Suárez Huchín, y otros.
Son
85 meses de creativos senderos; siete años de presenciar
el recorrido de la pluma en este cibernético camino. Y,
por si fuera poco, nos acompañan pintores y fotógrafos
que con su pincel en vigilia animan los recovecos de las hojas
genálicas.
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