Deseo
unirme a los amigos,
por más que la sociedad nos desuna.
Un
amigo con el que vivir,
más
que consumiendo las horas,
compartiendo la vida.
Con
la vida he descubierto,
que el afecto destruye el odio,
que la humanidad construye justicia,
que si uno vierte miradas amistosas,
le nacen amigos debajo de las piedras.
Advierto
que la amistad es precisa,
sobre todo para dividir dolores
y para multiplicar consuelos.
Considero
y llevo a la consideración
de todo ser, ofrecer amistad
hasta globalizar el vínculo al alma.
Que
un amigo es una necesidad.
Dos son mejor que uno.
Tres son una multitud necesaria
para tragarse las noches.
Tener
en mente una amplitud
de horizontes aviva la amistad,
su abecedario es el respeto mutuo
y el espíritu de sinceridad su lenguaje.
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