Resultó
verdaderamente raro escuchar a periodistas como Lolita Ayala,
Joaquín López Dóriga y Javier Alatorre,
entre otros, referirse a este personaje negrito como Memín
Pinguín. ¿Por qué resultó tan
raro escucharlo así? Simple y sencillamente porque
el común denominador de la gente de antaño
lo llamaba MEMÍN PINGÜÍN. Cómo
olvidar a compañeros como Manuel Guillermo Ordóñez
Chablé quien semana a semana salía a pregonar
por las calles su “tambach” de revistas como: Kalimán,
Lágrimas y Risas, Memín Pingüín...
para ganarse unos pesos con que ayudar a su familia y también
para costearse sus estudios. Es una persona que aplicó
para sí la filosofía del esfuerzo. En la actualidad
es un excelente contador. Nunca le escuché decirle
Pinguín sino Pingüín, como le llamaba
la inmensa mayoría de la gente.
Sin
quererlo Memín Pingüín se metió
en un problema, puesto que el Servicio Postal Mexicano en
su afán de hacerle una especie de homenaje a los
caricaturistas mexicanos, se decidió imprimir estampillas
con la figura de Memín Pingüín y resulta
que la comunidad negra de los Estados Unidos se indignó
y acusó a nuestro país como promotor del racismo.
Da pena que gente como el Reverendo Jackson (defensor de
los negros en Estados Unidos) se preste a este tipo de trivialidades
confirmando con esto, su ignorancia hacia los valores que
promueve este niño negro de grandes ojos, enormes
labios y orejas; además confirma también,
que no le interesa en lo más mínimo respetar
la idiosincrasia de un pueblo. Me llena de gusto que el
Presidente Vicente Fox y Luis Ernesto Derbez hayan defendido
el trabajo de Sepomex, al manifestar que no sacarían
del mercado las estampillas de Memín Pingüín,
porque no ofenden a nadie, por esa razón las autoridades
mexicanas defendieron al personaje como un claro ejemplo
de tolerancia racial.
Las
autoridades estadounidenses debieron ocuparse en defender
las violaciones a los derechos humanos de los inmigrantes.
En eso no percibimos la tolerancia racial que manifiestan
defender y es que un pueblo carente de folclor da muestras
de un comportamiento bárbaro.
A
raíz de la agria polémica despertada en Estados
Unidos, le renovaron la popularidad a Memín Pingüín,
y es que a decir de los funcionarios del Servicio Postal
Mexicano, ninguna estampilla había tenido una recepción
tan buena, como la que ha tenido la de Memín Pingüín.
Si comparamos a Michael Jackson con Memín Pingüín
¿quién nos proporcionará valores para
la familia y la sociedad? ¿Lo sabrá el Reverendo
Jackson¿ ¡Qué pena que lo ignore! Dejemos
a nuestros vecinos con sus “superhéroes” Batman,
Superman... y que sigan viviendo en su fantasía que
les nubla la realidad, verbigracia: la invasión a
Irak.
¿QUIÉN
ES MEMÍN PINGÜÍN?
Memín
Pingüín es considerado como una de las obras
maestras de la escritora y fundadora del Grupo Editorial
Vid, Sra. Yolanda Vargas Dulché. En el marco internacional,
Memín Pingüín también ha gozado
de grandes reconocimientos. En el año de 1985, en
Filipinas, el Ministro de Educación declaró
a esta historieta como lectura obligatoria en las escuelas
debido a que “fomenta en los estudiantes el respeto hacia
el hogar, las instituciones y los ancianos”.
Casi
todos los padres recuerdan con cariño y añoranza
los momentos de diversión que vivieron con la lectura
de Memín Pingüín. Historieta clásica,
que hoy está de nuevo en publicación para
hacer las delicias de nuestros hijos y de toda la familia.
Memín
Pingüín es el representante más puro
de una sociedad sin clases y sin razas, ya que él
por sí mismo y por su gran corazón rebasa
todas estas diferencias inaceptables en cualquier sociedad.
Memín es una lectura sana para toda la familia. Mi
hijo Omar Yeudiel ya leyó el No. 1 de Memín
Pingüín.
|