El Corazón de Ah' Canul - 69
Inicio
Aprender en casa
Teresita Durán
Portada - 69
 

Las escuelas mexicanas están cerradas. Las casas se han convertido en aulas escolares. Padres y docentes utilizarán formas de comunicación para que conjuntamente -a distancia- con algún medio, tomen decisiones para apoyar el aprendizaje de niños y adolescentes que cursan educación básica. Una oportunidad (casi obligatoria) para procurar una alianza que abone a la corresponsabilidad, se fortalezca el binomio maestro-tutor en beneficio de los estudiantes. La tarea no es sencilla. ¡Un reto!

Los espacios en los hogares se han adecuado a los requerimientos del Programa Aprende en casa II. El pizarrón reemplazó los cuadros familiares, la mesa principal se convirtió en escritorio, la silla en mueble de trabajo, el huacal en pupitre, las cortinas en el friso, paredes en periódico mural; el dormitorio en foro escolar, el cuarto principal en aula virtual, en fin, los espacios físicos fueron ambientados según posibilidades y recursos económicos. El propósito: crear un ambiente para el aprendizaje.

La pandemia cambió las formas de organización escolar para el curso 2020-2021. La responsabilidad y creatividad de los docentes es manifiesta. Su interés por organizar el trabajo compartido con los padres de familia, la motivación para relacionarse con sus alumnos más allá de las limitaciones y problemáticas ha puesto en evidencia la creatividad.

En lugares sin electricidad ni conectividad, familias en situación precaria, con hijos con discapacidad o apartados por su localización, recibirán la visita del profesor. Una estrategia en fase experimental cuyos frutos no inmediatos darán la pauta para futuras decisiones.

La televisión o caja negra que habla, la tablet y laptop como bisagras portátiles, el celular o rectángulo mágico serán tan solo fuente de información, recursos electrónicos para la educación a distancia, medios para el aprendizaje con la función de enviar mensajes a los receptores. Ninguno de ellos aún con la mejor conectividad y memoria sustituirá la afectividad, la voz y saberes del profesor.

La tecnología de última generación no sustituirá la voz, la mirada ni el respeto hacia el maestro. El contacto visual, la cercanía afectiva, saludos y sonrisas serán a través de alguna pantalla, sin percibir el brillo de la alegría o la cara sonrojada del enojado.

Directivos, docentes, padres y alumnos vivirán una etapa histórica. Se pondrá a prueba la capacidad inteligente del ser humano para adaptarse según las necesidades al contexto actual “aprende en casa”.

Voluntad, creatividad, paciencia, y optimismo en tiempos de adversidad. ¡Ánimo colegas!