Hospitalaria y alegre cual ninguna,
bulliciosa y feliz, preciosa tierra,
es una flor tan bella, cual la Luna
con los tesoros de virtud que encierra.
Es flor porque perfuma con ternura
al forastero que a sus puertas toca
con qué loco entusiasmo y galanura
a la Diosa Minerva el pueblo invoca.
Quién tenga hondos pesares en la vida
visite Calkiní… tierra querida
que cura enfermedades y tristezas.
Quién gozó su vivir proclama en coro
que Calkiní no es la ciudad del oro,
su vida es deliciosa sin riquezas. |