El corazón de Ah' Canul - 5
 
No. 5
Nota de actualidad: Nuestra Plaza Principal
Lilia Raquel Suárez Hernández
 

En el mes de mayo de 1940, el corresponsal del Diario de Yucatán en esta ciudad, publica una crónica en la que sugiere a la Junta de Mejoras Materiales, lo siguiente: “…que mediante actividades diversas se agencie de fondos y proceda a efectuar obras de ornato que son urgentes en el centro de la población en el que se observan montones de escombros, malezas, cuevas. La plaza presenta un aspecto feo y ruinoso”.

Han transcurrido casi 70 años de aquella publicación, y podemos constatar que el tiempo no ha pasado en vano, pues vemos que a través del devenir histórico de la comunidad, la labor de las autoridades municipales y de los vecinos que viven en el área del centro de la ciudad, se ha materializado y se manifiesta en un hermoso conjunto que resulta agradable para la vista de propios y extraños. Las construcciones el remozamiento, la pintura de edificios públicos y de casas particulares han contribuido a realzar la belleza del centro de la ciudad, orgullo de los calkinienses. Lo que se ha podido lograr desde aquel lejano 1940 es muy palpable y necesario es valorarlo para contribuir a su preservación y mejoría.

Hay sin embargo, un detalle al cual me quiero referir. Hemos observado que cada año, con motivo de la celebración de algunas fiestas tradicionales, como son el carnaval y el novenario en el mes de octubre, numerosos comerciantes que expenden productos diversos, llegan a Calkiní y los puestos que instalan en un área del parque central, dejan mucho que desear por los materiales de que están hechos, y con su aspecto afectan notablemente la belleza del centro de la ciudad. No es justo que lo que con tanto esfuerzo nos han legado generaciones de calkinienses sea opacado de esta manera.

Aclaro, no estoy en contra de los comercios, sino de sus instalaciones. Considero que así como la autoridad municipal, para los días de la celebración de la Feria Artesanal y Cultural de cada año, arma unos stands con un orden y presentación aceptables, así sean acomodados estos comerciantes cuando se les autorice el permiso para trabajar.

Si aquel corresponsal viviera, seguramente que no pasaría por alto lo que aquí se expresa. El ya no está entre nosotros, pero la conciencia y el sentir de los ciudadanos demanda que se exprese este señalamiento que en mucho contribuirá a preservar la imagen del centro de la ciudad.