En
la zona centro, corazón de la ciudad de Calkiní,
existe una escuela llamada Mateo Reyes. ¿Pero
quién fue ese personaje?. Don Mateo Reyes Dorantes,
su nombre completo, nació probablemente en 1780,
sus padres fueron don Manuel Antonio Reyes y doña
Petrona Dorantes. Según acta del libro de matrimonios
de la parroquia San Luis Obispo, el 19 de julio de 1802
contrae nupcias con María Jesús Noceda
Loeza, hija de Juan José Noceda y Teresa Loeza.
La boda la realizó fray Cayetano Martín
Rosado. Algunos de los hermanos de don Mateo fueron
Rosa y Pablo. Los hijos del binomio Reyes-Noceda, hasta
donde se ha llegado a descubrir en las actas parroquiales
fueron: Pablo José (casado con María Perfecta
Prieto Díaz).
María
Ancelma (casada con José Gertrudis Montero) y
Julián, expósito casado con Petrona Ancona;
otra hija expósita, hallada a las puertas del
hogar, a las once de la noche del 31 de mayo de 1831,
fue una niña al parecer española, y le
pusieron el nombre de Prudencia.
Don
Mateo Reyes Dorantes fue Presidente Municipal en los
años de 1825 y 1826. En 1825 una terrible epidemia
de viruela asoló la Península de Yucatán
y Calkiní sufrió también las consecuencias
de la enfermedad; nuestro personaje trajo el fluido
necesario para vacunar a la población y evitar
peores desgracias a la gente humilde y desvalida; solo
los ricos o con los mejores ingresos debían pagar
la vacuna, los pobres quedaban exentos de dicha paga.
En
1850 se perdieron las cosechas de maíz por una
terrible sequía y el altruista señor donó
de su peculio la cantidad de $ 600.00 para comprar maíz
y ser distribuido entre la gente pobre.
El
15 de julio de 1840 don Mateo quedó viudo y un
año después contrae nupcias con María
Carmen García Pérez.
Pero
en 1854 el Viajero del Ganges, el terrible cólera
Morbus, cubre con la guadaña de la muerte la
campiña mexicana y don Mateo Reyes Dorantes no
escapa de su destino, fallece de este mal el 9 de febrero
del citado año legando en su testamento $8,000.00
oro para “la construcción de una escuela
para niños pobres”, pues la educación
se impartía en las iglesias por los frailes,
pero había que pagarla.
Don
Mateo fue quizá el hombre más rico de
su época, fue dueño de las haciendas de
campo Sisibaché, San Mateo Yacalcab, San Miguel
Chunchucmil y el abrevadero Popolá, con más
de 5,000 cabezas de ganado, vendidas en 1842 en $43,
484.00. Años después de su ausencia, fallece
su segunda esposa doña María Carmen García
Pérez.
Se
fue el hombre, pero su figura se agiganta con el paso
de los siglos, su obra se yergue orgullosa al paso del
tiempo en la Escuela Primaria Mateo Reyes, en el corazón
de la Atenas del Camino Real. |