¿Quién fue en realidad Felipe Fuentes?

“El hijo del remolino” o “El hombre de una caña”, ¿pudo haber sido en realidad un experimento extraterrestre? Veamos los supuestos argumentos:

Isaura, la madre de Felipe, no fue embarazada por un remolino de fuego, sino que fue abducida por lo que iba oculto dentro que bien pudo haber sido una nave extraterrestre. ¿Por qué Isaura quedó muda? Posiblemente por la impresión de verse frente a criaturas extrañas que la trataban como conejillo de Indias. ¿Por qué su hijo fue un ser excepcional? Debido tal vez al efecto de la manipulación genética, cruza de humano y extraterrestre. ¿Por qué Felipe tenía habilidades mentales? Es sabido que los seres de otros mundos manejan la telepatía para comunicarse en sus encuentros con humanos quizá por eso haya poseído esos poderes sobrenaturales.

En la actualidad se ha logrado saber de miles de casos como el de Isaura, humanos que son abducidos para experimentar con ellos, se sabe que seres de otros mundos han estado visitando la tierra desde hace miles de años. Actualmente estas visitas son por lo general en lugares apartados, donde no hay mucha población.

Don Felipe Fuentes tuvo seis hijos y de todos ellos solamente se sabe que Isidro fue al que se le conocieron ciertos poderes telepáticos, cuentan que cierta vez, estando en una corrida de toros, cuando soltaron al animal en el ruedo, el toro se encaminó derechito al lugar en el que se encontraba y se le quedó viendo en forma fija. En ese momento Isidro captó que su hermano el que era torero había fallecido. Al llegar a su casa lo comentó a la familia y partió hasta el lugar donde se encontraba el cadáver llegando a tiempo para darle cristiana sepultura. Pasaron los años Isidro y su esposa, que vivían en Pomuch, procrearon cinco hijos, entre ellos Marcelina a la que se le dio, desde pequeña, ver supuestos espíritus. Cierto día cuando tenía seis años de edad y pasaba por el cementerio se acercó a la reja a curiosear y se dio cuenta que frente a una tumba se encontraba un monje en actitud de oración, extrañada porque no veía por donde se había colado el supuesto monje, le habló a un campesino que pasaba y le explicó lo que estaba viendo, el campesino la regañó porque él no veía nada, y le indicó que volviera a su casa.

Marcelina ya de edad avanzada, seguía viendo sombras y personajes transparentes, pero como ya sabía que eran no le causaban temor. A veces podía predecir el futuro o ver el pasado, cuando su hijo menor la visitaba durante las vacaciones, se le quedaba viendo fijamente y le decía todas las cosas que había hecho durante su ausencia, esto asombraba a sus hijos. Ella decía que sus habilidades mentales las había heredado de su abuelo Felipe, “El hijo del remolino”...