El corazón de Ah' Canul - 34
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Tan pronto como el planeta Tierra llegó al punto preciso de su movimiento de traslación alrededor del Sol, inició el 2014 y se vieron las acostumbradas expresiones de buenos deseos para que este año sea de prosperidad y pleno de realizaciones y logros de aspiraciones personales y colectivas. Formuláronse a la vez, votos porque la felicidad permanezca en todos los hogares.

Nos unimos a las peticiones actuales y deseamos de todo corazón a nuestros colaboradores, patrocinadores, suscriptores, lectores y ciudadanos en general que sus más caros propósitos, apuntalados por la buena voluntad y las acciones correspondientes, se hagan realidad.

Tenemos el pleno derecho y la obligación de prever, planear y actuar en todo aquello que pueda apuntar en beneficio propio y el de nuestros seres queridos, sabemos de nuestras potencialidades, pero también como ciudadanos no perdamos de vista que somos miembros de alguna comunidad, pequeña o grande, pero al fin de algún grupo social, y que debemos de aportar lo que esté a nuestro alcance para la conservación de lo bueno y sano que priva en la comunidad donde vivimos. Nuestras observaciones, nuestras sugerencias, nuestro apoyo y nuestro cumplimiento con los deberes ciudadanos, en mucho han de contribuir a la preservación del bienestar y la tranquilidad del entorno social.

Basta leer o escuchar las noticias diarias para darnos cuenta de que actitudes ambiciosas y egoístas son el argumento de vida de algunas personas que han sembrado el miedo, la desesperación, la violencia y la inseguridad que amenazan con contaminarlo todo y continúan infligiendo crueldad y sufrimiento a los congéneres que en muchos casos son gente de bien y que ya están hartos de esta situación.

Hagamos conciencia de la necesidad de estar unidos en pro del bien. Solidaricémonos con toda aquella causa que tienda al progreso, a la tranquilidad a que como sociedad tenemos derecho. Hagámonos actores de la historia de nuestro tiempo. No es el transcurso de los meses y de los años los que por sí solos resolverán los problemas o corregirán las desviaciones. Somos nosotros los que contribuiremos a una cosa u otra.

 
Es motivo de beneplácito que el Centro de Desarrollo Comunitario ya se encuentre en funciones. Esperamos que su labor redunde en el desarrollo socio-cultural y económico del municipio de Calkiní, y de la región del Camino Real.