El corazón de Ah' Canul - 21
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La lectura y el aprendizaje significativo
Estela Hernández Sandoval
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Actualmente uno de los objetivos centrales de la educación básica, nacionalmente, es la lectura. Se apuesta porque los estudiantes de este nivel se conviertan en lectores capaces y habituales y con este fin se intenta crear en las escuelas ambientes alfabetizadores.

En las escuelas del municipio de San Francisco de Campeche, hemos podido observar que en esta labor se despliegan actividades organizativas generales, tales como abordar la lectura desde la perspectiva de la transversalidad, hacer de las bibliotecas lugares que inviten a visitarla y leer las obras con que cuenta y algo que es interesante destacar: se efectúan encuentros entre alumnos de secundaria y los de preescolar (falta integrar a los de primaria) en que los escolares mayores “adoptan” a uno del jardín de niños, invitándole a que escoja un libro, diciéndole que si así lo desea el de secundaria puede leérselo. ¡Emocionante espectáculo es observar tal cuadro: ambos, en perfecta interrelación viviendo la lectura! Despreocupados del tiempo o de la velocidad con que leen, compenetrados únicamente en comprender y hacer comprensible el contenido de lo leído. Y aquí sucede algo medular sobre lo cual convendría reflexionar.

Leer es un proceso constructivo del conocimiento, su fruto, sobre todo, es lograr la comprensión de lo leído.

El acto de leer, no debe centrarse, tan sólo, en alcanzar, al hacerlo, una velocidad X; mucho menos en recitar el contenido de lo que se trata. Al leer, el lector debe encontrar sentido en efectuar el esfuerzo cognitivo que supone leer, lo que requiere un espacio de tiempo y estar motivado para que su interés se mantenga a lo largo de la lectura.

Otra de las condiciones para lograr formar lectores, es que el material a leer sea motivador, gratificante y significativo, es decir no demasiado complicado para quien se acerca a él.

Hay un continuo entre aprender a leer y leer para aprender. Primero se aprende a leer. Lo que implica, básicamente, reconocer las letras, su interrelación, los signos que les acompañan. Además, el significado de las palabras y saber e interpretar su función, entre otras capacidades que permiten abordar la tares con éxito y acercarse al mundo cultural y de significados.

Ahora, cuando leer implica comprender, se está aprendiendo. Comprender lo que se lee, es procesar la información, relacionarla con la que se posee y como consecuencia, surge la modificación de los esquemas cognitivos y conceptuales tenidos.

Entonces, la lectura comprensiva tiene un potencial poder en la formación de la persona y como instrumento insoslayable de aprendizaje. Si enseñamos a un alumno a leer comprensivamente le estamos facilitando que aprenda a aprender. Esta es la principal tarea de la escuela.

Lograr que los alumnos aprendan de forma autónoma es el eje rector de toda la actividad docente de educación básica, reconociendo que, aun cuando existen diferentes ritmos de aprendizaje, que hacen de los mismos una gran diversidad, todos y cada uno de ellos necesitan de tiempos para asimilar la información, acomodarla a la ya tenida y encontrarle relaciones en su mundo experiencial, esto es para construir su conocimiento y hacerlo significativo.