Me
preguntó un amigo
si creía en la existencia del cielo,
el cielo existe, le respondí,
te voy a decir donde lo puedes hallar:
El
cielo se encuentra
en las frescas alboradas,
en los cálidos ocasos
y en las noches estrelladas. .
El
cielo se encuentra
en el perfume de las flores,
en las alas de las mariposas
y en el trino de los pájaros cantores.
El
cielo se encuentra
en el amoroso beso del ser querido,
en la grata sonrisa del niño
y en el afectuoso abrazo del amigo.
El
cielo se encuentra
al tender la mano al mendigo,
al cruzar la calle al anciano
y al invidente servir de lazarillo.
El
cielo se encuentra
en el bondadoso rostro de la virgen
y en el rostro ensangrentado
del Cristo Redentor crucificado.
No
esperes la muerte, caro amigo,
con la esperanza de conocer el cielo,
olvídate del odio, vive con amor
y aquí, en la tierra, encontrarás
el cielo.
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