Desde
nuestra publicación anterior, con el título
“Del Calkiní de Ayer”, se viene haciendo
una reseña de hechos que afectaron a nuestra
ciudad en el año de 1940, esto es hace 71 años,
y a través del relato nos enteramos de la situación
y añoranzas de nuestros conciudadanos de aquella
época. Así, por ejemplo, se informa que
no existía un edificio de mercado, que se carecía
del servicio de alumbrado eléctrico, que se dependía
del ferrocarril de vía angosta de la empresa
Unidos de Yucatán, para trasladarse a las ciudades
de Mérida y Campeche, así como a los poblados
ubicados en la ruta, que el nivel de escolaridad máximo
era el de la educación primaria (tal vez incompleta),
que no había calles pavimentadas y se carecía
del servicio de agua potable, etc.
Al
hacer un comparativo con el Calkiní actual, vemos
que aquellas carencias han sido subsanadas desde hace
muchos años, y esto nos da idea del avance que
en esos aspectos ha tenido el país, pues logros
como los que se comentan no son exclusivos de nuestra
comunidad, sino que han llegado a muchos pueblos y ciudades
de la geografía nacional.
El
Calkiní de hoy dista mucho del que nuestros antepasados
vivieron en las medianías del siglo pasado, sin
embargo, con el avance social nuevas necesidades han
surgido y esperamos sean consideradas y atendidas por
las autoridades correspondientes y la ciudadanía
en general, pues si en el pasado se pudo, en la actualidad
también podrá hacerse.
Lo
que es de llamar la atención en la reseña
citada, es que desde 1940, y seguramente desde mucho
antes, ya en Calkiní había la costumbre
de la celebración del carnaval, de los novenarios
con sus gremios y las fiestas profano religiosas con
bailes, corridas de toros, misas, procesiones, etc.
que todavía persisten con sus naturales adaptaciones,
y aún muy arraigadas en el gusto de nuestra gente.
Hacemos
alusión a estas manifestaciones de la cultura
popular porque precisamente a partir del bimestre marzo–abril,
las comunidades de la región se ven motivadas
para la celebración de estas actividades, que
como se ha mencionado se han adaptado a la época
y se les augura una larga existencia.
Un
profundo deseo de los calkinienses de 1940, y que quedó
en suspenso, fue la construcción de un camino
de acceso a Uxmal, Yuc. El gobierno del estado de Campeche
como leemos en la reseña aportó algunos
recursos para el acondicionamiento de esa vía,
pero fueron insuficientes y el proyecto quedó
interrumpido. ¿Será que actualmente, con
el avance que se tiene, pueda hacerse realidad?
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