El ambiente nacional luce su colorido tricolor, colgantes, lazos, telas y banderas adornan edificios, paredes, casas, vehículos y hasta el vestuario para la ocasión.

Según los apuntes históricos, el inicio y consumación del movimiento de independencia de México de la corona española, la gesta heroica de los cadetes en la defensa del Castillo de Chapultepec son sucesos inspiradores de la fiesta mexicana.

El mes patrio para los connacionales es septiembre. ¿Qué celebramos? Una de las máximas fiestas cívicas. No la única, sí la que más aviva el patriotismo.

El escudo, el himno y la bandera son símbolos que representan la grandeza del pueblo y territorio, historia, cultura, pasado y presente. Insignias del espíritu nacional.

¿Cómo hacer de los valores cívicos, sentimiento y estilo de vida de las personas? ¿Cómo desarrollar las competencias ciudadanas? ¿Por qué aflora en la colectividad en el mes de septiembre o cuando juega la selección nacional de fútbol? ¿Identidad o mercadotecnia?

Valores nacionales

Las garantías individuales de la Constitución, claramente sentencia en cada uno de los artículos, el ser, deber y hacer de mujeres y hombres mexicanos. Deuda pendiente de las instituciones formadoras de los ciudadanos que alejan los ideales y patriotismo de las personas.

El coro, estrofas y notas del himno, emocionan; el lienzo tricolor y su escudo, ondea majestuoso haciendo latir intensamente el corazón –más cuando te encuentras fuera del país–, formas simples para expresar un sentimiento que abraza, impulsa y guía.

Mi México

Tierra generosa, de vasta riqueza; de inigualable belleza natural.

En estos tiempos, la violencia desangra la tranquilidad, la corrupción lacera la legalidad, atenta contra la vida en sociedad, irrumpe el estado de derecho y envenena la democracia. Es lamentable.

Nuestro suelo, asentamiento de civilizaciones prehispánicas y guerreros, donde apareció la imagen de la Virgen morena. Tierra del mariachi, cuna de extraordinarios muralistas, compositores, escritores, investigadores, deportistas, cantantes, educadores y pueblos originarios de sorprendente riqueza.

Mi México sediento de paz, se resquebraja, se escapa de las leyes y gobernantes, cada vez crece la impunidad, inseguridad y temor ante olas de delincuencia.

Cómo dijera Ricardo López Méndez “tu hueles a tragedia tierra mía…”

El México que quisimos cuando niños, hoy necesita de voluntades… ¡México creo en ti!