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Reconocimiento y respeto a las mujeres

(7 de marzo de 2019) - Artículos, comentarios... 2019
 

Desde la aprobación del día internacional de la mujer, muchos países decidieron unirse a este llamado para intensificar sus acciones a favor de la cruzada por el respeto a los derechos humanos de las mujeres en sus respectivos territorios, una intención mundial por la dignidad del género femenino. Desde mediados del siglo pasado hasta nuestros días, continúa abierta la invitación a todos los sectores de la sociedad, una petición a la que han hecho caso omiso un buen número de gobiernos, ya sea por factores culturales, ideológicos, religiosos y/o por falta de recursos económicos aún persiste  silencio y pasividad, falta de voluntad política para actualizar leyes, programas y presupuestos para mejorar las condiciones de vida de millones de féminas de todas las edades; pareciera que ser mujer es una condición que atenta contra la paz y desarrollo social de los pueblos.

El gobierno federal asumió el compromiso de Naciones Unidas, aprobó leyes generales a favor de las mexicanas, creó instituciones especiales, autorizó partidas financieras para algunos programas; paulatinamente, empezó una campaña a favor de la igualdad de oportunidades, equidad de género; esto fue traducido a más horas de publicidad en los medios que a un proyecto de nación en dicho tema. Los primeros pasos desatendieron la tipificación del delito del abuso, violencia, maltrato, trata y homicidio de las mujeres; tan es así, que varios congresos locales no consideran el feminicidio como delito grave.

Después de casi dos décadas de este milenio, el llamado está vigente, no sólo para mejorar las condiciones de salud, educación, cultura y empleo, sino para prevenir todo tipo de violencia y discriminación. Queda pendiente una política pública, integral, nacional y obligatoria en los órdenes de gobierno para educar a partir de los derechos humanos y cívicos. México necesita de sus mujeres y hombres, en condiciones de igualdad, dignidad, equidad y respeto a la vida. Las niñas son el presente de esta sociedad y el futuro de las familias; con sus manos se criará y edificará a los ciudadanos de nuestro siglo. Entonces, ¿dejarán pasar otro siglo para modificar los marcos normativos y las oportunidades para el desarrollo humano de todas ellas?

Históricamente, las mujeres han sido valientes, emprendedoras, laboriosas, amorosas e inteligentes; cada una es muestra de virtudes. Sin embargo, esas cualidades se ven opacadas cuando el entorno y las circunstancias amenazan su integridad.

El poder de una fecha simbólica es temporal, cuando solamente ese día se recuerda. Tampoco es una fiesta con bombos y platillos; en mi humilde opinión, una forma de reconocimiento, la expresión figurada del eco del silencio de las mujeres oprimidas, explotadas, sin derecho al goce de sus derechos. La justicia tiene deudas con el sector, la apatía del gobierno oculta la realidad y su imparcialidad apaga la llama de la libertad. Sirva el ocho de marzo, como una fecha; no como el único día de lucha; todos los días en la vida de las mujeres son una verdadera hazaña para sentirse reconocidas y respetadas. No es una campaña de 50 y 50, esa simulación es inaplicable a la vida.

Mujeres destacadas

Desde épocas remotas, han existido mujeres sobresalientes. Han sido ejemplo en sus naciones y el mundo entero. Las condiciones geopolíticas, situación económica y criterios culturales no amedrentaron sus aspiraciones. Ahora sus vidas son inspiración, sus nombres figuran en listas de gente triunfadora en diferentes géneros. Su disciplina, liderazgo y convicción fueron fortalezas para no ceder ante la indiferencia y el rechazo. Considero que seguirán siendo las heroínas en la historia de la humanidad. Esas mujeres valiosas trascendieron; hagamos que las mujeres cercanas y con las que a diario convivimos, trasciendan y se conviertan en exitosas, líderes, inteligentes, alegres y felices cada día de su existencia. ¡Qué mejor reconocimiento y respeto en la familia, la comunidad, el trabajo, escuela, la calle, los amigos y pareja! El respeto es más preciado que una medalla, un diploma, un cheque o un monumento. Por las mujeres del planeta, unamos nuestras plegarias; por una vida digna, en paz y de respeto, compartamos nuestras intenciones. Que en cada mujer perdure la libertad y el anhelo a la dignidad y a la vida. Por todas mis iguales, desprendo estas palabras de mi mente para posarlas en estas líneas como tributo a su existencia. Amén.

6 de marzo 2019.

 
 
 
Texto: enviado por Teresita Durán, 7 de marzo de 2019 / Fotos: Image by Free-Photos on Pixabay