Vivimos una época diferente a la de nuestras madres y abuelas, hoy es tiempo de comunicar, hablar por el silencio de muchas generaciones de represión y discriminación; unir nuestras voces, demandando y trabajando por mejores condiciones legales, mayor oferta educativa, nuevas alternativas culturales, mejores programas deportivos, suficientes servicios de salud integral para mujeres, más posiciones en la vida política, espacios para la toma de decisiones y escaños en los foros legislativos.

Particularmente en octubre, ser mujer inspira para reconocer el valor de su existencia. Su  presencia es  innegable en algunos contextos, sus pensamientos son útiles, para el desarrollo de los pueblos; su actuación en la vida pública, social, cultural y productiva, está generando mayores espacios de discusión y participación.  Durante este mes, existen tres motivos para delinear la valía de las mujeres: vivir sin cáncer de seno, dedicarse al trabajo en el campo y el aniversario  de los 60 años del reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres mexicanas. Una terna de tópicos ideales para pensar y repensar la dignidad del género femenino.

Lucha contra el cáncer de seno. Durante este mes, a nivel mundial se suman las voluntades para hacer lazos de sensibilización contra la lucha del cáncer de seno; no se trata de un pintar todo de rosa, sino concientizar a la población femenina para salvar sus vidas; ponerse un lazo rosa no para decir estoy participando, más bien, para abrazar la esperanza de vida de aquellas mujeres con cáncer, ofrecer energías, oraciones y compañía durante el proceso de detección, atención y tratamiento para eliminar esa agresión del cuerpo, que daña las emociones, lastima profundamente y rompe la armonía momentáneamente. Por ello, la insistencia de las campañas para tomar conciencia de la detección temprana, cuyo pronóstico guiará  la toma de decisiones en busca de la supervivencia. Joven o en la plenitud de la madurez femenina, el cáncer es un agresor silencioso, inesperado, quizá esté oculto, no por ello, debemos negarlo.

Así como las flores reviven, las semillas germinan y el sol resplandece en la aurora, cada día se convierte en regalo, cada noche en misterio. Una mujer con cáncer es ejemplo de lucha, de la fragilidad pasan a la entereza, del temor a la resistencia; la transformación de su cuerpo se vuelve engañosa, sin embargo, su belleza permanece intacta. Cada historia ilumina, mientras haya ilusión, la esperanza es vida.

Mujeres rurales.

Si bien, en la segunda mitad del siglo XX, las mujeres han logrado el reconocimiento a sus derechos cívicos, actualmente, un gran número de ellas, continúan  siendo marginadas, explotadas y excluidas de la dinámica social, incluso, limitadas en su desarrollo humano.

Las mujeres del campo son fuerza en la economía primaria de los pueblos. ¿Cuántas mujeres agrícolas cuentan son servicio médico gratuito? ¿Cuántas son jefes de familia y viven abandonadas por sus esposos o parejas?? ¿Acaso al comisario ejidal,  las Uniones Agrícolas, la CNC, el Instituto de la mujer, la Secretaría de Salud, legisladores o a los partidos políticos? En la complejidad de la administración pública, la atención a ese grupo de mujeres afanosas, las intenciones de apoyo y programas, aun sabiendo que un porcentaje de campesinas cifran su futuro en la productividad, es insuficiente para asegurar oportunidades y alimentar expectativas acordes a sus necesidades. ¿A quiénes les interesa la calidad de vida de las mujeres del campo?

Por esas mujeres del campo, de todas las épocas de la humanidad y de las culturas; por esas figuras, luchadoras, valientes en la insurgencia de 1800, en la rebelión de 1910 y en plena labor en este siglo, siempre serán mujeres anónimas; mi admiración y respeto. Ojalá la sociedad entera, reconozca su vigor,  su dedicación al  cuidado de los cultivos, entrega y tesón para su economía familiar y la productividad del estado.

Derechos políticos. Las mujeres son protagonistas de cambios importantes en la sociedad, su desempeño en la vida política, está generando adecuaciones en las estructuras de las organizaciones; su quehacer en la economía, estimula críticas por su sensibilidad hacia programas de desarrollo social; sus competencias laborales,  promueven la competitividad; y no se diga, la preparación académica,  las aproxima a constantes retos profesionales.

El 17 de octubre de 1953, Adolfo Ruiz Cortines ya con la investidura presidencial, promulgó la Reforma Constitucional que otorga el voto a las mujeres, lo cual significó reconocer para ellas,  la ciudadanía con igualdad de derechos en nuestro país. Se cumplía un derecho, se consumaba una lucha y comenzaba otra que no dá marcha atrás.

No hay duda, la presencia de la mujer en los diferentes ámbitos de la vida pública, moviliza iniciativas, modifica paradigmas y rompe barreras culturales, promoviendo de esa manera, su reconocimiento y valor en el desarrollo social. Gracias a ellas, se transformó  la visión hacia la productividad y el liderazgo del que son capaces de defender. Mujeres decididas las hay en todos los pueblos, alguna se distingue y hace la diferencia;  encabeza un movimiento y se sale de la cuadratura, otras permanecen rezagadas y muchas más encaran exclusiones, pero no por ello, pierden su dignidad.

Somos  parte de  la población perseverante,  hemos  demostrado con disciplina  y esfuerzo, la voluntad para salir adelante, pues más allá de una condición femenina,  tenemos motivaciones para superarnos, persistir hasta triunfar, demostrarnos a sí mismas, a la familia y a la sociedad, la voluntad para ser  ciudadanas productivas en pleno ejercicio de  derechos humanos, promotoras de la democracia.

Algunas mujeres han cambiado percepciones y aspiraciones, sus voces empiezan a escucharse; sus demandas ocupan un espacio en los proyectos laborales, su presencia está firme, sus iniciativas sostienen el presente e influyen en el avance hacia vida política e institucional.  Así se manifestó, en el Primer Parlamento Femenil, promovido por la LXI Legislatura del Congreso del estado de Campeche, celebrado en el mes de mayo de este año.

San Francisco de Campeche, Cam. 18 de octubre de 2013.