Inicio de la página
Comentarios, artículos, columnas...
 
Columna de Teresita

Arte y Cultura: Frutos del solar nativo

(14 de diciembre de 2011)
 
 

Hace apenas unos días, la Universidad Autónoma de Campeche, presentó la primera edición del libro Los frutos del solar nativo, un compendiode textos, imágenes y colores que muestran la sensibilidad, el arte y el amor al terruño; una selección de lo más representativode los creadores campechanos, diría que un ramillete de palabras cuidadosamente engarzadas en los textos literarios; una amalgama de líneas, formas y colores dispersos en el espacio real e imaginario, dan luz a la sombra del pasado y esplendor a la riqueza de la cultura local.

Los frutos del solar nativo, es el título de una obra, cuya una imagen policromática hace renacer el alma maya, sentir la brisa marina, caminar de la selva a la montaña, recorrer la isla y adentrarse a la región del Camino Real.No se trata de una publicación simple, por el contrario,es un volumen valioso por la diversidad de formas estéticas y expresivas de artistas plásticos y escritores. En cada página, los colores cobran vida ante la mirada discreta del lector, las pinturas muestran el origen de nuestra tierra, la exuberancia natural del paisaje, feracidad del pueblo y devoción al Cristo Negro.

En sus 227 páginas, los ojos se posan y los dedos se deslizan sin prisas, porque en cada una de ellas, el asombro permanece; así puede impresionarse con matices en los murales de Sergio Cuevas, marinas de Joaquín Clausell, retratos de Domingo Pérez Piña, trazos de Lina Lanz, tonos rojos de Martín Uco o las mestizas pintadas por Enrique Herrera Marín. Se trata de una muestra variada de técnicas, estilos y sensaciones. Imagine tener una galería de artepara disfrutar siempre que sea necesario.

Las más de doscientas páginas, también abrigan textos de intelectuales destacados, como Román Piña Chan, Justo Sierra Méndez, Fernando Sánchez Mayans, Nazario Víctor Montejo; amantes y defensoras de la sabiduría del pueblo maya, Cessia Chuc y Socorro Rodríguez. Los poemas no podían faltar, un acogedor florilegio de versos salpicados por las olas del mar, resguardados en las barcas, celosos de la luna llena, transfiguran emociones y viajes etéreos, Joaquín Blengio, Radamés Novelo, Ramón Iván Suárez, Esteban Rosado, Lorenzo Martínez, Florinda Batista ofrendan alegorías al terruño. Otros poetas como Argentina Casanova, José Landa, Briceida Cuevas, convierten su palabra en el eco misterioso que trasciende.

La impresión de la obra citada, es resultado de un trabajo exigente y de calidad. La dirección de Delio Carrillo -compilador y coordinador– y el talento de las personas que se unieron a este proyecto, pusieronde manifiesto, el sentimiento de pertenencia al mar y a la tierra del Campeche de los mayas y los abuelos. Ha sido una labor ardua pero gratificante para los colaboradores y participantes directos, la cristalización de este libro,diseñado a la altura de las mejores publicaciones de las grandes empresas editoriales.Desde luego, las aportaciones de artistas e intelectuales, nutrieron la esencia; además, seconvirtió en un perfil gráfico que atesora lo nuestro, afianza la identidad. Felicidades por latrascendencia de su arte y disciplina.

Las personas que asistimos a la presentación del libro, disfrutamos de una velada cálida, un recinto pletórico de familias; una cita pública a la que asistieron libremente, periodistas, escritores, la comunidad cultural y el público en general. Una vez más, la sencillez en la narración que hiciera la prestigiosa narradora Silvia Molina, puso de manifiesto que la celebración del momento, era ni más menos, el reconocimiento al arte y la cultura de los creadores campechanos; la transparencia de su voz guió el interés por explorar el contenido del libro. Fue una noche literaria como pocas.

Los frutos del solar nativose cosecharon, se pusieron en un libro para disfrutar; no debe faltar en la colección de obras campechanas. Para estas fechas, puede ser un buen regalo. Con esta publicación, la Universidad Autónoma de Campeche, atinadamente se consolida como una institución que difunde y fomenta el arte y la cultura. ¡Enhorabuena!

San Francisco de Campeche, diciembre de 2011.

 
 
 
Texto e imagen: enviados por Teresita Durán, el 14 de diciembre de 2011