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Opinión de Gumercindo Tun Ku
 
(14 de marzo de 2011)
Artículos de Gumercindo (2010-2011)

Juárez, un legado universal

 
Busto del Benemérito de las Américas, en la colonia Benito Juárez de la ciudad de Calkiní
 

Y un día, después de cinco años de humo, de polvo, y de ceguera, la nube se disipó y vimos a los dos imperios caer, no más monarquía, no más ejército, nada sino la enormidad de la usurpación en ruinas, y sobre estos escombros, un hombre de pie, Juárez, y, al lado de este hombre, la libertad. Víctor Hugo

 

Conocer la historia de nuestro pueblo, revalorar nuestros orígenes, es rendir tributo a la memoria de un héroe republicano de gran entereza. Un gran patriota y estadista. Un hombre, cuya fuerza de voluntad constituye un ejemplo para todos, Juárez, un mexicano de talla universal.

Un gobierno en medio de una guerra civil y una intervención extranjera, fueron factores determinantes para consolidar el régimen republicano y con ello el futuro de aquel entonces, nuestro México; años difíciles en la construcción y para la consolidación del Estado mexicano.

Su incansable e indomable empeño para que el país estableciera un gobierno civil, regido constitucionalmente y fortalecido para preservar su soberanía, construyó su imagen de republicano, estoico y austero, capaz de enfrentar la adversidad con la impasibilidad de un verdadero estadista.

Juárez, fue el hombre que el país en esos momentos cruciales necesitaba, y hoy en esta conmemoración a su natalicio, es necesario que esa imagen de héroe de bronce, de mármol, su esencia la tomemos y la humanicemos, porque él, como tal, tenía grandes virtudes y grandes pasiones; buen ciudadano, buen padre y cariñoso esposo, sobre todo eso, hombre común, que ascendió desde los pueblos marginados con voluntad y disciplina.

Benito Pablo Juárez García, indígena, de la raza zapoteca, natural de una provincia, Guelatao, Oaxaca, vio la luz el 21 de marzo de 1806, transcurriendo su vida paralelamente a la nueva nación; fue un espectador atento de acontecimientos de gran trascendencia, como la Jura del Plan de Iguala, la celebración del imperio constitucional y su derrumbe, y la declaración del Estado Libre de Oaxaca.

Juárez y su generación enfrentaron con heroísmo la más aguda crisis en la historia del país, una crisis en la que estaba en juego la Patria misma; libró una batalla sin tregua en contra del imperio, en defensa del Estado de Derecho y de la voluntad soberana del pueblo. Para Juárez la defensa de la Patria y de la Libertad, era un deber imprescindible, porque representaba la defensa de la propia dignidad humana.

El México del siglo XXI vive desórdenes políticos y sociales que exigen tomar el ejemplo de Juárez como inspiración para retomar el camino, no basta con una simple conmemoración de su natalicio para expresar ser Juarista, hay que comulgar con sus ideales y principios; vivir con apego a las instituciones, a sus leyes y contribuir a mantener ese Estado laico de su ideario contra los embates de la desigualdad, la injusticia y la exclusión.

Juárez, un hombre común como ser humano, un hombre con tesón y firmeza en la defensa y en la práctica de sus principios liberales y que trasciende hacia la soberanía nacional de su gobierno traspasó fronteras, siendo Juárez prócer para las naciones americanas libres, fue declarado “Benemérito de las Américas”.

Hoy, en esta conmemoración por el 205 aniversario de su natalicio, tributo es a un hombre que hizo Patria, que hizo de su país una nación que gobierna con leyes, un hombre de una ética política única; integro, sencillo y humilde, con el respeto inequívoco a la legalidad, valores que predicó con el ejemplo y lo convirtieron en el líder que México necesitaba en los tiempos convulsos de la reforma y el imperio.

Hoy recordamos a Juárez porque nos es necesario el fuego, la serenidad y el talento de su pensamiento liberal.

Le rendimos homenaje porque somos una nación que se reconoce en su ejemplo, en su grandeza de estadista y de mexicano universal.

Lo honramos porque es nuestro prócer, porque nos da identidad y nos hermana a la humanidad entera con su apotegma “entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

“Los hombres no son nada, los principios lo son todo.” Ha dicho

Juárez el presidente
Juárez el republicano
Juárez el estadista
Juárez el patriota
Juárez el masón,

Juárez el hombre, es legado de talla universal.

 

 
 
Fuente: texto enviado por Gumercindo Tun Ku, 14/03/2011 // Foto: Santiago Canto Sosa; 2009