Se podía ver nuevamente desde el horizonte la experiencia del pasado venir, cómo las aguas entre los extensospastizales de la región abrían paso donde la naturaleza no conoce de límites territoriales, serpenteando potreros llevando la inundación sobre sí misma;no podía pasar otra cosa más que lo sucedido desde años atrás y año con año se espera una simple creciente más del río que los habitantes están acostumbrados a vivir.
Sin embargo, esta vez al paso de los días el espejo del agua magnitud abarcaba; comenzaba una perezosa activación de reacción de los órganos de gobierno, sólo monitoreo; de esta manera puedo llamarle a la acción que se veía; se puede decir con seguridad que los lugareños no están preparados para enfrentaracontecimientos de esta naturaleza, ni autoridades en turno ni la población civil. Es manifiesta la falta de una cultura de protección civil.
Quizás la costumbre de seguir al pie de la letra “después de la tempestad viene la calma” y ver qué pasó, qué perdimos, qué recuperamos y qué ganamos; sea ya parte de la cultura. Necesario es implementar estrategias y mecanismos urgentes, no solamente en Palizada sino en todos los lugares donde exista una población humana, ya que, como vamos, nuestro planeta Tierra a gritos reclama por los daños que le hemos ocasionado, ningún lugar está exento de un desastre natural en cualquiera de sus posibles manifestaciones.
Retomando nuestro tema de reflexión en torno al caso de las pasadas inundaciones, si pudiéramos decir entre paréntesis que la calma ha vuelto, qué bueno; sin embargo, ¿habremos de ver nuevamente la lentitud del aterrizaje de los recursos quese lograron,recursos del FONDEN? Esperemos que no sea así, Palizada es un hermoso territorio enclavado en una vasta zona rica y privilegiada para la ganadería; principalmente como su fuente de economía, es menester darle un boom en este rubro, se necesitan innovaciones, tecnologías para que se desarrolle potencialmente, ya no hay que conformarse con pagos de daños como si se orara para que cada año se inunde y se tengan ganancias.
No, Palizada merece más, su gente sobrevive con lo que tiene, se necesitan grandes inversiones, no es suficiente tener un titulo de “Pueblo Mágico” para querer atraer la prosperidad a través del turismo si no se tienen las infraestructuras que se requieren; para empezar, una vía de comunicación segura, confiable y en buenas condiciones, para ser más claros una carretera digna; si antes de las pasadas inundaciones estaba en pésimas condiciones ya debemos imaginarnos cómo está ahora.
Entonces, se deben agilizar los trabajos de reconstrucción, de reactivación económica a la voz de ya. Palizada tiene historia, Palizada necesita crecer, avanzar en todos los rubros, especialmente en educación y salud.
Hermosas casonas que guardan la historia de sus orígenes en sus tejas francesas, hoy claman por ver a este lugar resurgir como un pueblo luchador y aguantador, con sus costumbres, con sus tradiciones, con su cultura, que a pesar de estar en el último rincón de Estado, sus habitantes, los paliceños, se sienten orgullosamente campechanos.
Es el momento de actuar, que los ojos de los tres niveles de gobierno miren la realidad en el que se encuentra la perla de los ríos, se necesita de nuevas fuentes de empleos; reactivar la pesca e industrializar la ganadería, podría ser la solución; un atraso notorio no garantiza atracción turística ni mucho menos desarrollo.
Que sea, pues, lo antes vivido por niños y mujeres de menores recursos, un parteaguas para el camino hacia un mejor porvenir. Que FONDEN sea para una verdadera reconstrucción. |