Durante
10 años, aproximadamente, se dedicó a su milpa;
y de 1968 a 1970 trabajó como chofer del Prof. Ramón
Berzunza Pinto, quien en ese entonces fue funcionario del Banco
Nacional de Crédito Rural.
De
1970 a 1974, Suárez Chi laboró (también
como conductor) en la Misión
Cultural No. 79 que atendía
las localidades de Tankuché y Nunkiní. A la edad
de 40 años, ingresó con el mismo oficio al Instituto
Nacional Indigenista.
Siendo
empleado del I.N.I -creado en Calkiní el
1 de septiembre de 1974-, surgió su inclinación hacia
el rescate de historias habladas. Aprovechando los espacios y la
convivencia con habitantes de comunidades indígenas, comenzó a
llevar al cabo investigaciones de esa índole.
Su
obra está integrada por “El Noh-Be”, “Reunión
de los cuatrocientos” (tomado del Códice de Calkiní), “El
camino de los muertos”, “U Dzuli Noh Ka'ak”, “Los osos de Nunkiní”, “San
Diego en su altar” (poema), “El Camino Real”, y otros que posiblemente
dé a conocer en un libro.
Bajo
el subtítulo
de Antiguos caminos del Mayab, ha publicado varios de
esos textos en los periódicos “Diario
de Yucatán” y “Tribuna” de Campeche, y en la revista “Cal-k'ín”,
editada por el Ayuntamiento de Calkiní (1992-1994).
Suárez
Chi participa en reuniones -a nivel peninsular- de especialistas
de la lengua maya. Y aporta datos y testimonios (suyos y de coterráneos)
en la documentación de costumbres
y tradiciones del municipio de Calkiní, como lo dejó plasmado
en “Las H. Juntas Municipales del Estado de Campeche", de Alicia
Gómez Montejo, patrocinado por el Congreso del Estado
en octubre de 2002.
Actualmente,
se dedica a rescatar historias, "de esas –como él
señala– que
a la mayoría
ya se le olvidó”. |