El corazón de Ah' Canul - 32
Inicio
Poesía
Mario Manuel Montero Medina
Portada -32
 

MOSQUITO CAMPECHANO

Va zumbando por mi oído
el mosquito más sureño,
cuando ve que estoy dormido
me interrumpe lo que sueño.

Aprovecha la rendija
de mi añejo mosquitero
y atraviesa la cobija
con su pico que es de acero.

El mosquito campechano
es travieso y juguetón
y se siente muy ufano
si te causa comezón.

No respeta ni el horario
ni el invierno ni el calor,
ni se siente un mercenario…,
él te pica por amor.

Si le pones espiral
que en un humo se convierte,
lo que crees que es su mal
lo aprovecha y se divierte.
Si le pones espiral
que en un humo se convierte,
lo que crees que es su mal
lo aprovecha y se divierte.

¡Ay, mosquito campechano!,
son tus huesos de metal,
si te aplasto con la mano
te levantas tan normal.

¿Complementas con pescado

con pozole, chile y sal;

con frijol, cabax, colado?
¿Te hace fuerte algún tamal?
¡Ay, mosquito campechano!.
¿qué te hizo a ti especial?
Hasta ahora no hay humano
que te quite lo inmortal.

¿No será que alguna mosca
despreció tu corazón
y por eso en forma hosca
nos incrustas tu aguijón?

Eres, mosco, mal amigo;
estos versos me inspiraste,
aún estando aquí conmigo…
¡treinta veces me picaste!

CARACOL, CARACOLITO

Grandioso caracol, caracolito,
sin duda eres suceso y maravilla;
recorres, tú, distancias de la arcilla
llevando muy ufano en el lomito
tu casa y su rincón más favorito,
tu cama, tus espejos y tu silla;
cantando una inaudita tonadilla
con música de un viento suavecito.

Ahorras la fatiga del veliz,
ahorras hospedaje en los mesones
viviendo en tu casita tan feliz
que tiene ventanitas y balcones
muy frescos donde asomas la nariz
y antenas, como en busca de emociones.